23.5.09

humanidad

Manos vestidas de rojo,
van dejando huellas
en la historia húmeda
y cadavérica del hombre.

Con la voz escrita
los presagios se ven cumplidos.
Con la frente erguida.
Con los ojos llenos de lágrimas.

¡Es necesario
y gracias!

Se alzan las denuncias,
los que matan
no podrán contra la verdad
lo evidente,
lo palpable.
No podrán negar
la mugre enmohecida de sus uñas,
que se las comen
pudriéndose todos.

No se podrá unir
la herida que al pueblo separa,
la costra hinchada y muerta
no desaparecerá.
Mientras no se publiquen
por las grandes avenidas
biografías de cuerpos machacados,
de manos mutiladas
con rostros desconocidos.
Mientras la historia
No se escriba
con el tinte morado de las uñas,
no se caminará por la costra
que quiere ser cicatriz,
para saber
y avanzar.

¡Hay veces
que lo único que le queda a un hombre
es ser un perro!

Y van cayendo muertos
a la siga de un recuerdo
como cien perros echados a morir.

Y aquel que diga algo
contra esta comparación entre animales.
¡Que diga algo!
Pues antes pregunto.
¿Qué sabéis de un perro?




(Ricardo Silva)

2 comentarios:

Ingrid Yametti dijo...

En este tema , mi amigo Ricardo Silva, hace un incrieble trabajo, incluyendo la grabación del poema, leido en el segundo piso del ICAL(con un roca pendrai).
Su musicalización y timbre único de voz, dan vida,
a nuestra ya tan maltratada
humanidad

Monica dijo...

He leido tus poemas ...¡buenísimosssssss!
No sé como he llegado hasta tu blog pero bueno soy de andar fuerte por el bosque y me detengo en los claros...y huelo la fronda.
Desde Argentina, mi admiración sincera.
Mónica.